Salón de Actos

Había una puerta que no recordaba haberla visto nunca, así que me acerqué a ella y tiré de su pomo para poder abrirla. Cuando entré me encontré con un gran salón de actos y en él a Kareth.
Pasé al interior de la estancia
-Hola... -le saludé a media voz.

Caminé entre las sillas y demas mobiliario que había por allí hasta llegar a una zona un poco más elevada que parecía ser una especie de "escenario". Me senté allí observando a Kareth de reojo
-¿Cómo va la cosa? ¿Estás de buen humor o sigues teniendo el día picajoso? -pregunté por romper el hielo.

-Tal vez hice mal la pregunta, me refería a si esta noche vas en son de paz o... -guardé silencio unos segundos- ibas a acabar metiéndote conmigo como esta tarde.

Me quedé pensando en esa pregunta y la posible trampa que pudiera esconder, pues no sabía si estaba tomandome el pelo no
-Preferiría que fueras en son de paz... pero no entiendo eso de que la pregunta debería hacérmela a mí misma...

-Que descanses Kareth, nos vemos.
Me quedé mirándole cuando se marchaba hasta que desapareció por aquella puerta. Sus cambios de humor o mejor dicho su forma de actuar cada vez que nos veíamos era de lo más imprevisible y desconcertante. Sonreí de medio lado sacudiendo la cabeza y en silencio, tal y como había entrado, me levanté y me marché de allí también para ir a dormir.