El Lago de Hogwarts

Desde una de las ventanas que daba hacia los exteriores, me pareció ver algo corriendo por allí y como era evidente, mi curiosidad me pudo y salí a investigar de qué se trataba.
Cuando ya estaba cerca del lago, pude comprobar que era Kareth, así que me acerqué a él despacito y por la espalda tapándole los ojos al llegar a su altura.

-¿Cómo lo has adivinado si no me has podido ver llegar? -pregunté con curiosidad destapandole los ojos.

Sonreí ampliamente
-Soy única -dije por lo bajo y entre risitas- pero no pretendía asustarte, de haberlo intentado me hubiese escondido o algo por el estilo, no creo que seas de los que se asustan porque les tapes los ojos.

-Y yo que cuando te vi, pensé que andabas corriendo por aquí porque había algo que diese miedito... -miré a mi alrededor para comprobar que no había nada.

Sonreí asintiendo
-Claro, nos vemos en otro momento -después de despedirme de él y verle marchar, miré una vez más a mi alrededor, no muy convencida de que allí no hubiese nada, así que acabé por entrar también.

Bajo al lago, dispuesto a disfrutar de este día maravilloso. Camino hasta la orilla y me siento. El calamar gigante está nadando apasiblemente, sin ser molestado.

Giro la cabeza y veo llegar a una chica, de Hufflepuff parecía ser.
-Hola -le contesto-. ¿Cómo estás?

-Bien, también. Soy Brad Pitt -le respondo-. Vení, sentate. ¿Cuándo llegaste?

-Creo que una semana... -digo, recordando-. Sos Huffle, ¿no? -le pregunto, sonriendo.

-Sí -le respondo-. ¿Qué te parece el colegio? -le pregunto, despreocupadamente.

-Me encanta -digo, con la mirada perdida en las torres y muros de Hogwarts-. Todavía no lo recorrí todo, pero pienso hacerlo -le respondo.